Sofismo

El sofismo

El sofismo es un concepto que se adopta desde hace muchos años y representa una corriente filosófica aún más lejana. El mismo se fundamenta en ideas antiguas y sus pioneros o fundadores se remontan aproximadamente al siglo quinto antes de la era común. Siendo totalmente contrario a lo que la sociedad humanitaria en la que habitamos le gusta creer algunos sofistas como Protágoras cuestionaban que la razón fuera la forma en la que la humanidad lograría alcanzar la verdad objetiva. Estos daban mayor importancia a otros aspectos como el éxito material indicando que este sería un mejor propósito para vivir.

Analizando el origen de la palabra y lo que esta representa más específicamente se encuentra que la palabra sofista era utilizada en la antigua Grecia para hacer referencia a un hombre sabio, un erudito. Posteriormente el sofismo se convierte en un concepto filosófico que va fundamentarse en las ideas de otros filósofos importantes de la época pero finalmente concluirá que la verdad y la moral son conceptos cambiantes y opinables. Es decir, no son, solamente por el hecho de ser costumbre, correctos pueden corregirse o inclusive cambiarse por ser cuestionables. Este movimiento representará el fin del período llamado cosmológico, en que la inquietud del saber se centraba en la naturaleza, y el inicio del período antropológico, centrado en el hombre.

No obstante, el concepto de sofista aún no poseía un carácter negativo. Esto fue posterior, primeramente compartían sus enseñanzas con las personas haciendo énfasis en las formas de expresión persuasiva como el arte de la retórica. Pero estas enseñanzas no eran con el fin del conocimiento, sino al enseñar a sus discípulos a ser persuasivos los investían con un conocimiento y técnicas que les serían útiles para alcanzar el éxito. Su popularidad aumento durante un tiempo y tuvo un auge en la ciudad de Atenas pero poco a poco comenzaron a perderla.

El cambio a del concepto del sofismo sucedió por las ideologías mismas que esta corriente de pensamiento valora y las que pone en tela de juicio. Ciertamente refleja al ser humano y su comportamiento habitual valorando lo material y el éxito antes que cualquier otro concepto. Pero posiblemente fue la discrepancia acerca de la importancia de la verdad y la moral, así como cobrar por sus enseñanzas lo que eventualmente llevo a estos filósofos y su filosofía al fracaso. Esta última característica, el cobro de sus enseñanzas, por parte de los filósofos como Protágoras, Gorgias, Hipias de Elide y Prodicus de Ceos provoco molestia en otros. Por ejemplo algunos de los más reconocidos expositores y pensadores de la época y la actualidad como lo son Platon y Aristóteles.

Finalmente para terminar de explicar o demostrar él motivo por el cual el sofismo o es ser un sofista tiene un carácter peyorativo es el Estado. Durante el siglo IV y V antes de la era común los sofistas divulgaban sus ideales aún siendo criticados por otros. Finalmente la crítica se extendió de tal forma que el Estado los acuso, por cuanto sus filosofías y ellos mismos carecían de moral. Son todos estos factores los que conllevan al carácter negativo de la palabra o término sofismo. Sin embargo, la realidad, en mi opinión, es que al ser humano le atemoriza enfrentarse a su realidad y a su naturaleza. El sofismo demostraba una característica muy humana que cuesta desarraigar conocida como el egoísmo o la búsqueda del beneficio propio. Conociendo el motivo por el cual la palabra sofista posee una connotación negativa ahora procede comprender su surgimiento y un poco de sus ideologías.

Existía disparidad de las doctrinas filosóficas lo que generaba inestabilidad política en la antigua Grecia obligando al ciudadano a intervenir más en los asuntos propios del estado. Como se menciono anteriormente uno de los principales motivos de desprecio hacia los sofistas era no creer en la verdad absoluta, sino en la utilidad. Esto condujo a la enseñanza de la virtud como una capacidad de ser eficaz en la política. Es decir, los jóvenes aprendían como ser sobresalientes en la política, no la importancia de la verdad. Parece ser la realidad en la que vivimos ahora entonces si fue falta de moral en el siglo V antes de la era común, ahora tantos años después no sería aún peor.

En esta filosofía la moral y cultura son provenientes del hombre, pensamiento que los lleva a un relativismo subjetivo. Es decir, la realidad depende del observador. Podemos ver como sus enseñanzas se unen por ejemplo en ideas como los litigios judiciales. Siendo este uno de sus principales áreas de interés enseñando el arte de persuadir con el fin de ganar una disputa uno de sus más importantes enfoques de estudio. Ciertamente este encontraba un complemento en el estudio del lenguaje y en su respectivo carácter funcional. El lenguaje les servía para alcanzar su cometido. En forma de conclusión existían algunos filósofos importantes de los cuales se hará mención únicamente a dos.

“Platón fue el que brindó la posibilidad de tener en cuenta la mutabilidad y la estabilidad de las cosas y también la reflexión sobre las civilizaciones y las culturas.”
Se comenzaron a cuestionar las distintas formas de vivir y los diferentes códigos religiosos y éticos eran producto del hombre y en consecuencia mutables o bien impuestos por ley, o tal vez dependían de la naturaleza, o podían ser verdades reveladas en forma sagrada o divina. Por consiguiente generó un poco de caos al no saber cual era realmente la ideología correcta o si acaso la había porque todo era cuestionable.

Posteriormente “Protágoras, el más notable de los sofistas, se ocupaba del microcosmos más que del macrocosmos, o sea del hombre, como el misterio más grande, su civilización y sus costumbres.” Recordando que en la época lo correcto y adecuado era un enfoque naturalista de la filosofía y no enfocado en el ser humano hecho que generó discrepancias.

Los sofistas utilizaban un método empírico inductivo, esto se refiere a que antes de sacar conclusiones recolectaban una gran cantidad de información para hacer sus conclusiones a diferencias de lo practicado en la época. Nuevamente con el fin de cuestionar la verdad absoluta y otorgándole mayor importancia a la verdad objetiva.

En conclusión el sofismo fue una forma de pensar que se adueñaba del ser humano y la realidad que a muchos no les gusta aceptar. EL beneficio propio, aunque no debería, es el motor que mueve al ser humano a realizar muchos actos. El sofismo simplemente mostró estas características no tan naturales del ser humano y al ser confrontado con sí mismo sin estar preparado no fue de su agrado. En la época no estaban preparados para estos conceptos pero muchos de los cuales aplicados en la realidad actual se sabe que son ciertos de la realidad humana.